BATALLA DE PLACILLA
28/08/1891PARADA MILITAR COMO EXPRESIÓN DE LAS GLORIAS DEL EJÉRCITO DE CHILE
19/09/1915RESEÑA HISTÓRICA DE LA ESCUELA DE AVIACIÓN,
“CAPITAN MANUEL ÁVALOS PRADO”
Los orígenes de la centenaria Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos Prado”, se remontan al momento en que el entonces teniente coronel de Ejército don Pedro Pablo Dartnell, realizó su visionario informe emitido en Paris, Francia, el 20 de diciembre de 1910. En este declaraba que era de extrema necesidad, crear un servicio de aviación en Chile. Dentro de los puntos relevantes del documento, también menciona que este nuevo servicio, inicialmente debería estar constituido por dos oficiales y dos suboficiales, quienes habrían de viajar a la nación gala, para aprender el arte de volar y la mecánica aeronáutica respectivamente.
La propuesta del comandante Dartnell, llegó finalmente a manos del general Arístides Pinto Concha, un héroe de la Guerra del Pacifico, quien era el Jefe del Estado Mayor General del Ejército. Este último elevó la propuesta al nivel político, lo cual fue aceptado y se dio inicio a la aviación militar chilena.
Dentro de este contexto fueron seleccionados los tenientes 1º Manuel Ávalos Prado y Eduardo Molina Lavín, junto a los mecánicos 1º Miguel Cabezas Soto y Pedro Donoso. Una vez en Francia, que era considerada la nación más avanzada en materia aeronáutica, estos procedieron dar cumplimiento a la misión, estudiando en las afamadas Escuelas de Bleriot, Voisin y Sánchez Besa entre otras. Esta última la dirigía don José Luis Sánchez Besa, un chileno avecindado en Francia, que se dedicó al desarrollo de aeroplanos, llegando a fabricar miles de estos, siendo considerado actualmente como uno de los pioneros de la aviación mundial.
Tras esta exitosa comisión que se extendió por casi dos años, regresaron a Chile a fines de 1912, el ahora capitán Manuel Avalos Prado y el Mecánico 1º Miguel Cabezas Soto, quien se transformó desde aquel entonces en la mano derecha del mencionado oficial. Esta fue la antesala de la creación de la Escuela de Aviación.
La visión y el trabajo de Pinto Concha, Dartnell, Ávalos y Cabezas, fue respaldado por el poder político, es así que el día 11 de febrero de 1913, a través del Decreto Supremo Nº 187, firmado por el presidente de la República don Ramón Barros Luco y el ministro de Guerra y Marina don Jorge Matte Gormaz, fue creada la Escuela Aeronáutica Militar, nombre que tendría en un comienzo la Escuela de Aviación.
Digno es de mencionar, que por aquellos días todo estaba por hacerse, pues no había ninguna instalación preparada para formar un plantel educacional de estas características. Es por ello que en esta primera época, fue muy relevante el apoyo que le prestó el entonces “Regimiento de Ferrocarrileros”, a la naciente escuela, ya que esta estuvo durante mucho tiempo, adjunta a dicha unidad de transporte del Ejército, ocupando sus dependencias.
La principal misión que debieron afrontar los padres de la aviación militar chilena, fue proceder al armado de los primeros aeroplanos llegados desde Francia. Arduo trabajo le dio esta labor, pero finalmente el día 7 de marzo de 1913, ya tenían listo el primer aparato, un Bleriot de 35 HP llamado “CHILE”, con el cual el capitán Ávalos realizó el primer vuelo de prueba. El encargado de accionar la hélice del avión, fue el mencionado mecánico Miguel Cabezas, dándose inicio con esto, a la centenaria tradición que se extiende hasta el día de hoy, que simboliza la unión entre el piloto y el mecánico.
Este acontecimiento de rutina, propio de un avión que es armado, es recordado hoy en el ambiente aeronáutico, como el primer vuelo militar en el país y el día de la Escuela de Aviación, pues en ese momento cobraba realmente vida el Instituto, con el inicio de las actividades aéreas. Hay que señalar también que esto se realizó en la misma Base Aérea “El Bosque”, que por aquellos años se conocía como “Chacra de Lo Espejo” y luego “Campo de Aviación de Lo Espejo”.
Cinco días después, ya habían dos aviones más listos para ser probados. Aquel 12 de marzo de 1913, acudió al campo aéreo, el Ministro de Guerra y Marina don Jorge Matte Gormaz y el general Arístides Pinto Concha, para pasar revista a la naciente Escuela Aeronáutica Militar. En esta ocasión, frente a las mencionadas autoridades, el capitán Avalos procedió a realizar el “primer vuelo oficial”, esta vez piloteando un Bleriot de 50 HP llamado “MANUEL RODRIGUEZ”.
Al finalizar la revista, tanto el Ministro Matte Gormaz como el general Pinto Concha, quedaron bastante conformes con lo observado, comprometiéndose a dar el apoyo necesario, para llevar a cabo en óptimas condiciones, el inicio de las actividades en la Escuela Aeronáutica Militar, con el ingreso del primer curso de alumnos pilotos.
Durante el mes de marzo de 1913, se produjo la primera postulación a este instituto, siendo aceptados 10 oficiales y 7 suboficiales. Posteriormente de estos 17 hombres, fueron enviados a Francia los 6 mejores puntajes en la etapa de postulación, encontrándose entre ellos el teniente 1º Alejandro Bello Silva y el Sargento 1º Adolfo Menadier Rojas.
Por su parte el ingreso a la Escuela Aeronáutica Militar de los 11 oficiales y suboficiales restantes, se produjo el día 6 de abril de 1913, contándose entre sus filas a los tenientes Enrique Pérez Lavín, Francisco Mery Aguirre y al Sargento Luis Omar Page. Estos últimos en los meses de agosto y septiembre de aquel año, pudieron rendir exitosamente las pruebas de piloto aviador y posteriormente al finalizar 1913, del mismo modo rindieron sus pruebas de piloto militar, equivalente al actual piloto de guerra.
Mientras esto acontecía en Chile, en Francia se formaban los tenientes Amadeo Casarino y Víctor Contreras, quienes además de obtener sus brevet de pilotos, se especializaron en el estudio de la aeronáutica, llegando el teniente Contreras, a convertirse en el primer ingeniero aeronáutico chileno en 1914.
Con el correr del tiempo, la Escuela Aeronáutica Militar se fue consolidando como un referente no solamente nacional, sino también más allá de las fronteras del país, recibiendo ya en 1915 a dos prestigiosos oficiales extranjeros, los tenientes Boizo Lanza y Sáenz Lacueva, padres de la aviación militar uruguaya. Después de ellos, serían decenas de oficiales de países vecinos, los que pasarían por las aulas de la Escuela de Aviación y se iniciarían en el arte de volar.
De la misma forma, desde este instituto egresaron importantes hombres de la aviación chilena, como Dagoberto Godoy Fuentealba, Armando Cortínez Mujica y Diego Aracena Aguilar, quienes realizaron proezas nunca antes ejecutadas hasta ese momento, tales como los primeros cruces de la cordillera de los andes por su parte más alta, o el raid a Brasil.
Sin embargo todo esto no estuvo exento de problemas y sacrificios, pues junto con la falta de nuevo material y repuestos, especialmente durante el periodo de la primera guerra mundial, también sucedieron varias tragedias, que enlutaron al plantel. Los primeros accidentes fatales de la Escuela Aeronáutica Militar se produjeron en 1914, cuando aún este instituto no cumplía un año de existencia. Quienes perdieron la vida en forma sucesiva aquel año, fueron los tenientes Francisco Mery Aguirre, Alejandro Bello Silva y el Sargento Adolfo Menadier Rojas. Años más tarde, el día 15 de abril de 1917, es inaugurado el monumento a los mártires, en homenaje a los camaradas caídos en el cumplimiento del deber.
Tiempo después, en 1920, la Escuela Aeronáutica Militar cambia de nombre y pasa a ser denominada hasta el presente Escuela de Aviación. Posteriormente en 1926, asumió la dirección del plantel el entonces Mayor de Ejercito, Arturo Merino Benítez, cuya figura ayudaría a potenciar aún más a la aviación chilena. Este luego de realizar su curso de vuelo con casi 40 años, y teniendo por premisa predicar en todo momento con el ejemplo, ejecutó personalmente el primer raid sin escalas Arica-Santiago y también el primer vuelo Puerto Montt- Punta Arenas. De la misma forma, una vez convertido en Director de Aviación, Jefe máximo de la aeronáutica de aquel entonces, se dedicó formar unidades aéreas en gran parte del territorio nacional. Todo esto con el propósito de independizar a la aviación militar, lo que finalmente logró el día 21 de marzo de 1930, con el nacimiento de la Fuerza Aérea de Chile.
Otro de los importantes hitos en la historia de la Escuela de Aviación, se produjo el año 1942, cuando ingresó la primera promoción de cadetes, con esto se logró la total independencia de la Fuerza Aérea, de las otras instituciones de la defensa nacional, pues hasta la fecha, para conformar la planta de oficiales, se seguía dependiendo de egresados de las escuelas Militar y Naval.
De igual forma otro de los hitos relevantes dentro de la historia del plantel, se dio el año 2000, cuando ingresó la primera promoción de mujeres, pudiendo desde ese momento en adelante, hacer carrera militar en la institución al igual que lo habían hecho los hombres desde varias décadas atrás.
El material aéreo empleado en la Escuela a lo largo de estos más de cien años, se ha ido modernizando de acuerdo a los avances tecnológicos. Haciendo un breve repaso, se puede destacar que la instrucción se inició en 1913 con los Bleriot XI de origen francés; posteriormente en la década de 1920 llegaron los Avro 504, primeros aeroplanos doble comando de origen inglés; más adelante en la década de 1930 entraron en escena los Focke Wulf FW-44 alemanes; en las décadas siguientes llegaron los aviones norteamericanos PT-19 Fairchild, AT-6 “Texan” y T-34 “Mentor”, hasta llegar al presente con el avión de instrucción T-35 “Pillan”, de fabricación nacional.
Finalmente se puede señalar que hoy en día la Escuela de Aviación “Capitán Manuel Ávalos”, más que una escuela de vuelo como lo fue en sus inicios, es un plantel de educación superior reconocido como tal y acreditado por la CNA, que tiene por principal misión, formar a los futuros oficiales de la Fuerza Aérea de Chile.
Por
Sandrino Vergara Paredes
Academia de Historia Militar
4 Comments
Estimado Cristóbal:
Hemos respondido a su correo con algunas novedades. Rogamos paciencia.
Atte,
Academia de Historia Militar-
Quería saber, que familia después obtuvo la hélice?
y también quienes la donaron
Muchas gracias
Estimado don Carlos:
¡Agradecemos mucho su comentario! Se lo haremos llegar a don Sandrino a la brevedad.
Atte.
Academia de Historia Militar.
Excelente reseña, mis felicitaciones al autor, mi estimado don Sandrino Vergara Paredes.
Carlos Saldivia Rojas
Suboficial Mayor Naval
Mecánico de Helicópteros