Una vez ocupado el puerto de Antofagasta por las tropas chilenas, el coronel Emilio Sotomayor mostró un vivo interés por ocupar la aldea de Calama, cuya importancia militar estaba un poco exagerada. Dicha población se ubicaba en las orillas del río Loa, en medio de un oasis; dicho curso de agua presentaba dos vados, uno denominado Topater y el otro Carvajal, cuyos respectivos puentes habían sido cortados por los refugiados bolivianos que se hallaban en esta población.