Siempre en el contexto de asegurar la cabeza de playa obtenida en Pisagua tras el desembarco de tropas en dicho lugar y asegurar el abastecimiento de agua para el ejército, las fuerzas chilenas iniciaron una serie de reconocimientos hacia el interior del desierto, a la sazón territorio enemigo, produciéndose algunos enfrentamientos parciales. Uno de estos choques es la importante batalla de San Francisco de Dolores, la cuál fue el primer gran enfrentamiento entre los beligerantes.