¿Qué recordamos? Es la pregunta con la cual el ser humano va construyendo un camino, una identidad y a la vez una memoria. Sin más, la raíz de la palabra “recuerdo”; del latín cor cordis hace alusión al aprendizaje del corazón; dicho en otras palabras, el recuerdo no se despega del afecto o de la emoción.
Con este planteamiento, el recuerdo de un determinado personaje, provoca en quien lo evoca una inspiración y un modelo de virtud al cual adscribirse, así entonces el héroe trasciende las generaciones y las épocas; convirtiendo su paso a la eternidad en un referente digno de memoria; lo que vuelve al hombre grande y a su acción, heroica.
Al hacer una revisión de nuestros héroes, encontramos también una recepción clásica, un viaje y un destino, que lleva a un hombre común a realizar un acto extraordinario, que finalmente es consecuencia de una vida apegada a la virtud, donde en su fuero íntimo ese hombre mira también como referente a otro gran ser humano que en tiempos legendarios llenaron los libros de historia o fueron la inspiración de los cantos de los rapsodas.