01/09/2023
Bernardo O´Higgins mirando el Chile que tanto ayudó a construir, desde el más allá, mostraría por un lado una gran admiración por lo que el país ha alcanzado en sus más de doscientos años de vida independiente. Por otro lado, reaccionaría con mucha desazón y quizás amargura ante la presencia de signos de división profunda y de intolerancia propios quizás de los tiempos que vive el mundo.
El Padre de la Patria fue un adelantado para su época y su formación en Lima y en Londres, le permitió conocer el mundo permitiéndole generar un pensamiento avanzado como lo demuestran los escritos que nos legó.
Generó entonces una clara visión geopolítica para Chile. Hoy entonces miraría con admiración como el país ha consolidado y ampliado parte de su territorio, admiraría el desarrollo de las zonas extremas y nuestra presencia en la Antártica. Resentiría sin lugar a duda la cesión de la Patagonia, de la Puna de Atacama, de Laguna del Desierto y de algunas áreas marítimas. Su balance sería positivo al observar cómo se ha ido conectando físicamente el territorio y cómo el país ha defendido sus derechos en las doscientas millas en el mar, que todavía esconden infinitas riquezas.